Amador de Castro, mucho más que contable de Astano
Amador de Castro podría definirse como uno de los hombres más humildes y con más éxito empresarial de Galicia. En la calle pasa desapercibido pese a que todos los que tienen un coche que ha ido a la inspección técnica de vehículos han sido sus clientes. Creó un grupo empresarial -Fomento de Iniciativas- del que hoy cuelgan Sogarisa, la constructora Abeconsa y el negocio náutico. De Supervisión y Control mantiene, junto con el grupo Campo y José Luis Álvarez, el 20 %, tras vender el resto («lo que me ha hecho daño, aunque otra decisión sería ser un egoísta», reconocía en privado) al grupo cotizado Applus.
El empresario nació el día de Nochebuena de 1947, en casa. Su niñez la recuerda maravillosa en la calle Vizcaya, de A Coruña, donde jugaba al fútbol con sus colegas, y si pasaba un coche le protestaban.