El laboratorio de frío de Galicia inicia el control de vehículos de transporte de perecederos
El Laboratorio de Frío de Galicia, ubicado en el recinto de la estación de ITV de Espíritu Santo en Sada (A Coruña), inició su actividad con la realización del primero control de vehículos de transporte de productos perecederos. Se trata de una nueva apuesta por la innovación, la competitividad y la tecnología de vanguardia por parte de SyC-Applus, en línea con su modelo gallego de inspección de vehículos. Se atiende además a otro de los valores de la concesionaria de ITV de Galicia, que es la cercanía. Hasta ahora, tenían que desplazarse hasta Madrid, donde se encuentra el laboratorio de frío más cerca de nuestra comunidad. De hecho, hasta la puesta en servicio del laboratorio de Espíritu Santo solo existían dos instalaciones en España –en las comunidades de Madrid, Andalucía– que otorgan las certificaciones con cobertura para transporte internacional. Además, acaba de abrir otra en Castilla La Mancha.
La flota de transporte de productos perecederos es muy importante en Galicia, dado el peso de su sector agroalimentario. Por tanto, esta iniciativa, para la que fue necesario abordar un complejo proceso de tramitación legal a cara descubierta a la designación como estación oficial de ensayos ATP por el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad, beneficiará a diversos ámbitos de actividad dentro de un sector con una flota estimada en torno a 15.000 vehículos.
De este modo, el Laboratorio de Frío de Galicia se convierte en la única estación oficial en el norte de España homologada para realizar los controles que exige el Acuerdo Internacional de Transporte de Mercancías (ATP), cumpliendo con la normativa que permite garantizar la idoneidade de nuevos prototipos de vehículos o para verificar los que ya están en servicio.
En su ciclo de vida, los vehículos destinados a transporte de perecederos deben someterse a estrictos controles tanto por parte de las HUECA (organismos de control), como en la propia inspección técnica de vehículos. En el laboratorio de frío se desarrollan los ensayos necesarios para avaliar el estado de los contenedores de temperatura controlada necesarios para su homologación, de suerte que puedan ser transportados en los vehículos con todas las garantías. Una vez que llegan a las carreteras, esos vehículos deben superar una inspección técnica después de seis años, y luego cada tres años. Cuando cumplen 21 años de vida los vehículos deben volver a pasar por el laboratorio de frío para verificar el correcto estado de los contenedores en los que viajan los productos perecederos. Además, deben realizar este mismo ensayo los vehículos importados con más de seis años de antigüedad.
Uno de los elementos más positivos de la puesta en marcha del laboratorio es que se beneficiarán desde fabricantes hasta transportistas, ya que tanto los ensayos en el laboratorio como los controles periódicos se pueden realizar en las mismas instalaciones de SyC-Applus en Espíritu Santo. Esto no solo incide en la eficacia y calidad de las condiciones isotérmicas de los vehículos, sino también en la comodidad de los propios usuarios. Además de evitar los costes de desplazamiento a puntos tan alejados como Madrid, ahorran los gastos de mantenimiento o estancia, dado que debido a la complejidad de los ensayos los controles del laboratoiro suelen prolongarse de dos a tres días. Además, el objetivo es favorecer con estas mismas ventajas a profesionales del sector procedentes de las comunidades limítrofes. De hecho, si bien el primer vehículo sometido a ensayos en el Laboratorio de Frío de Galicia procede de nuestra comunidad, el segundo que entrará en las instalaciones para su control ya procede de Asturias.
El Laboratorio de Frío de Galicia se instaló bajo los estándares de máxima calidad y vanguardia técnica en los campo de los sistemas de control de vehículos de productos perecederos, que tienen por objeto asegurar el mantenimiento de la cadena de frío y por tanto su higiene, seguridad y calidad, para que lleguen en excelentes condiciones a los consumidores.
La instalación consiste en una cámara de ensayo de 26 metros de longitud, en la que se evalúa la capacidad aislante de las unidades isotermas, que incluye desde los sistemas de climatización del habitáculo hasta la refrigeración de los motores, la resistencia del viento y la capacidad aislante de los vehículos isotérmicos. El laboratorio implementó además tecnología que permite la automatización en la toma de datos y la obtención de resultados. Esto agilizará los procesos para emitir el Certificado ATP las actas de ensayo en un plazo más reducido.